viernes, 10 de agosto de 2012

La NASA revela detalles del aterrizaje de Curiosity en Marte

A algunas horas de haber posado en Marte su robot Curiosity, la NASA divulgó una vista aérea del lugar donde tocó suelo marciano este vehículo no tripulado de exploración planetaria, describiendo la imagen como "la escena del crimen".La llegada al planeta rojo el 6 de agosto del Laboratorio Científico de Marte (MSL, por su sigla en inglés), apodado Curiosity, fue la maniobra más compleja hasta ahora para colocar un vehículo robótico en la superficie del planeta más cercano a la Tierra. Requirió un escudo protector del calor, un paracaídas supersónico y una grúa espacial propulsada por un cohete espacial.El proceso, conocido como EDL (sigla en inglés de ingreso -a la atmósfera-, descenso y aterrizaje), fue llamado "Siete minutos de terror" por la NASA, pero se realizó sin ningún problema, en una operación que el presidente estadounidense Barack Obama calificó de "hazaña sin precedentes de la tecnología".Para esta maniobra, un escudo de calor protegió al Curiosity durante suingreso a la atmósfera marciana, mientras un paracaídas se desplegó para aminorar la velocidad, y la nave espacial perdió su carcasa trasera.

Una especie de mochila accionada por el cohete permitió el descenso del vehículo robótico de casi una tonelada de peso, antes de que cuerdas de nailon lo colocaran suavemente en suelo marciano. La grúa espacial fue diseñada para separarse y estrellarse en algún lugar al norte de Marte.La última foto en blanco y negro divulgada el martes fue tomada a unos 300 km de distancia del MSL por la sonda Orbitador de Reconocimiento de Marte (MRO, por su sigla en inglés), uno de los satélites artificiales del planeta rojo enviados para observación.La foto muestra al MSL con la ahora desaparecida grúa espacial a unos 650 metros de distancia hacia el noroeste.El paracaídas y el escudo posterior de la nave espacial, que se separaron antes de que Curiosity se posara, cayeron a unos 615 metros de Curiosity o "rover" hacia el suroeste.El escudo de protección del calor parece haber quedado a unos 1.200 metros del "rover" hacia el sureste.
"Esto es como una foto de la escena del crimen", dijo Sarah Milkovich, principal investigadora de la cámara HiRISE del orbitador MRO.
 "Esperamos que las próximas imágenes sean aún mejores, con más detalle", dijo, y agregó que las áreas oscuras en la foto muestran el polvo que se levantó cuando el vehículo robótico tocó suelo.

El equipo de EDL ha revisado las últimas fotos y dijo que "la distribución (de los restos del descenso) parece la esperada", indicó el director de la misión, Mike Watkins.Los restos del descenso probablemente queden en Marte. No hay planes de recuperarlos y regresarlos a la Tierra.La NASA sigue realizando pruebas de los diferentes instrumentos del Curiosity, cuyo objetivo es buscar indicios de la existencia de vida pasada en Marte, otrora más húmedo que ahora.Hasta ahora la mayoría de los controles han dado bien y el vehículo parece estar en buenas condiciones para iniciar su tarea.La NASA planea subir a distancia el mástil del Curiosity por primera vez. Se espera que más imágenes, incluyendo algunas de color y alta resolución, lleguen en los próximos días.

Pero el vehículo no comenzará a desplazarse por Marte hasta dentro de varias semanas, y podría tardar un año antes de que alcance la montaña Monte Sharp, uno de sus objetivos científicos.Joy Crisp, otra de los científicos del MSL, dijo que el último análisis muestra que el vehículo está a 6,5 kilómetros de la base de la montaña, pero es probable que se elija una ruta más sinuosa que alargue esta distancia.El MSL es un vehículo de propulsión nuclear diseñado para una misión robótica de dos años en Marte, aunque los científicos esperan que el laboratorio móvil esté operativo el doble de lo previsto cuando se lo diseñó

miércoles, 18 de julio de 2012

Afirman que agua en Tierra llegó de asteroides entre Júpiter y Marte

Un grupo de científicos del Instituto Carnegie de Washington afirma que el agua en la Tierra llegó procedente del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. El descubrimiento revelaría que el líquido no llegó a través de cometas lejanos.
El investigador principal de este estudio, Conel Alexander, explicó que una gran cantidad de agua helada se repartió por el Sistema Planetario Solar. Sin embargo, señala que ese hielo no formó parte de los materiales que componen el agua de la Tierra.
Los científicos lograron establecer una proporción entre la cantidad de deuterio (un isótopo del hidrógeno) y la lejanía con el Sol. Precisaron que cuanto más lejos del astro rey más deuterio contienen los asteroides.
De esa forma, el contenido de deuterio indica que los meteoritos o asteroides se formaron más cerca del Sol. Ellos señalan que probablemente se gestaron en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter.

Odyssey inicia recuperación del mayor tesoro de metales preciosos



Odyssey ha emprendido en el Atlántico norte las tareas de recuperación del mayor tesoro marino de metales preciosos jamás descubierto y ha contratado a una compañía británica para almacenar y conservar las cerca de 240 toneladas de plata que prevé extraer.
Así lo confirmó hoy la compañía estadounidense de exploración submarina, que esperaba una mejoría de las condiciones climáticas para comenzar la extracción de la plata que portaban el buque británico SS Gairsoppa, donde se halló el mayor tesoro de metales preciosos jamás descubierto bajo el mar, y el SS Mantola, también británico y hundido muy cerca del primero.
Ambos descubrimientos, hundidos a unos 500 kilómetros de la costa irlandesa, se anunciaron entre septiembre y octubre de 2011 después de alcanzar un acuerdo con las autoridades británicas para quedarse con el 80 por ciento del valor del material que recupere de ambos, una vez descontados los gastos en los que incurra.
240 toneladas de plata
La compañía detalló hoy que ha contratado a JBR Recovery Limited para que le ayude en las tareas de "logística y puesta en valor" del cargamento de plata que llevaban ambos buques cuando fueron hundidos por submarinos alemanes: el Gairsoppa durante la Segunda Guerra Mundial y el Mantola durante la Primera.
"Los registros históricos apuntan a que ambas embarcaciones llevaban una carga conjunta de una 240 toneladas de plata", explicó Odyssey en un comunicado, en el que asegura que JBR es "uno de los líderes europeos en recuperación de plata y reciclaje de metales preciosos".
Tras varias inmersiones de reconocimiento durante marzo y abril, Odyssey asegura haber iniciado ya las tareas necesarias para proceder a la extracción de los objetos de los pecios.
No consiguió tesoro también disputado por Perú
Éste es el primer proyecto de gran calado que anuncia la compañía tras su fracaso en los tribunales estadounidenses por la titularidad del tesoro extraído de la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes, valorado en 500 millones de dólares y que se vio obligado a entregar a España el pasado febrero.
Hundido por un submarino nazi en 1941, el carguero británico Gairsoppa llevaba unas 200 toneladas de plata abordo, el "mayor tesoro de metales preciosos jamás hallado", según Odyssey.
Según la compañía estadounidense, el pecio fue localizado a unos 4.700 metros de profundidad y a unos 480 kilómetros de la costa irlandesa.
Las investigaciones realizadas y los documentos encontrados señalan que, en el momento de su hundimiento, transportaba objetos por valor de unas 600.000 libras (en valor de 1941) o unas 200 toneladas de plata, incluidas más de 90 toneladas de propiedad privada en forma de lingotes de plata.
De poder extraerse finalmente todo ese tesoro, se tratará de la recuperación del mayor cargamento de metales preciosos nunca antes rescatado del fondo marino, siempre según los datos de la compañía.
Este pecio se encuentra a tan sólo 160 kilómetros de los restos del Mantola, que transportaba plata por unos 19 millones de dólares a precios actuales, según indicó Odyssey en octubre al anunciar su descubrimiento.
El Mantola, según la compañía, se hundió el 9 de febrero de 1917, cuando fue torpedeado por el submarino alemán U-81 durante la Primera Guerra Mundial.
En 2010, el Gobierno británico llegó a un acuerdo con Odyssey para que ella fuera la única empresa autorizada a realizar las tareas de recuperación de este tesoro.
Según el contrato alcanzado entre ambas partes respecto al rescate, Odyssey se quedará con el 80 por ciento del valor de todos los lingotes de plata que sean recuperados

 

lunes, 23 de abril de 2012

El cojo y el loco

El loco no nació loco. Nació feo y tartamudo y eso le jodió la vida y terminó por volverlo loco.
No todos los feos y tartamudos se vuelven locos, pero el loco nació con un talento natural para la locura y para hablar de una manera tan violenta y atropellada que nadie podía entenderlo, así que estaba en su destino que nadie lo entendiera y ser por eso un loco y no un loco cualquiera sino uno del carajo, un loco memorable, el loco más enloquecido de una ciudad llena de locos como Lima.
Casi todos los padres dicen que sus hijos son lindos y encantadores, pero los padres del loco, cuando lo vieron nacer, quedaron asustados por lo feo que era y por lo espantosos que sonaban los alaridos que lanzaba. No parecía un bebé nacido para ser feliz, parecía un amasijo peligroso de rabia y fealdad, un bicharajo hediondo, peludo y pingón que movía los pies como queriendo patear a todo el que pudiera y lloraba de una manera entrecortada, anunciando su brutal tartamudez.
Era el primer hijo de don Ismael y doña Catalina y había sido concebido con amor, pero no por eso les pareció menos feo y odioso. Lo odiaron desde la primera vez que lo vieron y lo siguieron odiando cuando creció y siguió gritando y pateando y rompiendo todo y cuando empezó a hablar en ese idioma fragmentado y frenético que parecía haberse inventado para joder a todo el mundo y en el que nadie podía entenderlo.
Podía perdonársele que fuera tartamudo, pero además era feo, antipático, chillón, peludo y peligroso como una tarántula, y sus padres se sentían avergonzados de haber procreado a una criatura que, a los ojos de cualquiera, resultaba horrenda e insoportable de mirar.
Como era previsible, don Ismael y doña Catalina vengaron ese primer fracaso inesperado teniendo cinco hijos más, cinco hijos que les salieron guapos y bien hablados, cinco hijos que borraron esa mancha oprobiosa que era el loco, y procuraron alejarlos todo lo posible del primero y más fallido de sus hijos, al que entregaron al cuidado de las empleadas domésticas y al que, para no afearse la vida o para no recordar ese fracaso genético, trataban de ver lo menos posible.
El loco supo desde muy niño que sus padres no lo querían, que sus hermanos no lo querían, que las empleadas que lo cuidaban tampoco lo querían ni le tenían paciencia y le jalaban las orejas y le decían groserías a escondidas, sin que oyeran los patrones. El loco supo que era un estorbo, un asco, un fastidio para todos, sólo que al comienzo no entendía bien por qué nadie lo quería, si por tartamudo o por feo o porque le crecían pelos por todas partes y parecía una araña venenosa.
El loco no iba al colegio porque era más bruto que una pared de cemento y no entendía nada y nadie lo entendía a él. Sus padres contrataron a un profesor particular para que le enseñase a leer y escribir y sumar y multiplicar, pero el loco era una bestia redomada y no aprendía un carajo y cuando le hablaba al profesor no se sabía si lo estaba insultando o halagando o si estaba pidiéndole permiso para ir a cagar. Lo raro era que el loco no se empantanaba con las palabras, no era un tartamudo normal, al loco las palabras le salían tan atropelladamente que se montaban unas sobre otras y terminaba diciendo en una palabra incomprensible lo que había pensado decir en tres o cuatro. Era una ametralladora verbal, disparaba las palabras como balas o cartuchos y estallaban en la cara de quien hiciera el esfuerzo de escucharlo y entenderlo, un esfuerzo que siempre resultaba inútil, porque a veces ni el propio loco entendía lo que había dicho o querido decir.
Para hacer la historia corta, los primeros dieciocho años de la vida del loco fueron una mierda pura. No fue al colegio, no tenía amigos, sus padres lo odiaban y lo escondían de los invitados, era un grano purulento que le había salido en la cara a la ilustre familia Martínez Meza, un grano al que había que aplastar o tapar con una cinta adhesiva para que, en lo posible, nadie viera, porque don Ismael y doña Catalina no entendían cómo, si se querían tanto y tiraban tan rico, podían haber engendrado a una criatura tan espantosa como su hijo primogénito, el loco peludo tartamudo.
Cuando se dieron cuenta (y esto no tomó mucho tiempo), de que el loco no tenía cura y era más bruto que un buey de carga (pero menos sumiso que un buey de carga y sin aptitudes para cargar nada), sus padres decidieron que no valía la pena tratar de educarlo, reformarlo, adecentarlo o hacerlo menos impresentable, simplemente se resignaron a que habían parido a un esperpento, como quien se tira un pedo o eructa ruidosamente, y decidieron que lo mejor era esconderlo hasta que fuera mayor de edad y luego mandarlo al extranjero para que hiciera su vida lejos de ellos y sus cinco hijos guapos y bien hablados, que no veían al loco como su hermano sino como un accidente desafortunado al que era mejor ignorar, como quien pasa manejando en su auto y ve un choque y prefiere no mirar los cuerpos ensangrentados y mutilados en la autopista.
El loco creció solo, ensimismado, hablando consigo mismo en unas palabras que nadie podía entender. Vivía con sus padres en un apartamento de tres pisos en la avenida Pardo de Miraflores, pero dormía en los cuartos del servicio doméstico, con las empleadas y el chofer y el guachimán y guardaespaldas de don Ismael, y estaba explícitamente prohibido de participar de cualquier reunión social o familiar, incluyendo la cena de navidad o los cumpleaños de sus padres o hermanos. Esto al loco no le parecía raro, anormal, abusivo o injusto porque así fue toda su vida y ya desde muy chiquito comprendió que él era distinto, que era loco, bruto y feo y que lo natural era que lo encubrieran, que lo hicieran invisible, que tuviera esa vida clandestina, asolapada, en el área del servicio, como si fuese el hijo de don Ismael y una de las empleadas domésticas. Catalina, su madre, trató de quererlo, hizo esfuerzos por encontrar algo de ternura o compasión en ella, pero el loco era más feo que una cucaracha (pero bastante menos listo) y solo babeaba, se sobaba la pinga, se rascaba los pelos que le salían de las orejas y la nariz, se buscaba los mocos que enseguida llevaba a la boca, era un crío tan horripilante, sucio y acojudado que resultaba imposible quererlo, incluso para su madre.
Tonto como era, resultó sin embargo precoz en las cosas del sexo, y ya a las once años le habían crecido una verga de proporciones y un matorral de vello púbico que el loco se andaba sobando y refregando todo el día en los cuartos del servicio doméstico en los que malvivía entre las sombras y los colchones estragados de las empleadas. Lo que el loco no sabía decir con palabras, porque le salían torcidas, bastardas, lo sabía decir con la pinga. Todo el día andaba con la pinga parada y mirando las tetas y los culos de las empleadas y haciéndose unas pajas demenciales, al tiempo que pronunciaba palabras impregnadas de calentura, de rabia, de impaciencia hormonal, palabras por supuesto ininteligibles, pero que una de las empleadas supo descifrar: el loco estaba ardiendo por tirar y si no le mojaban la pinga se iba a volver un loco malo y terminaría matando a alguien, quizás a una de ellas. Esta mujer, Juana, que andaba ya en sus cuarentas y se había convertido a la religión mormona, no era particularmente agraciada, pero tenía tetas, culo y vagina, y eso era suficiente para enardecer al loco y despertar sus más bajos instintos. No fue por deseo sino por pena que Juana, la mormona, accedió a masturbar un día al loco, que se le apareció con la verga erguida y al aire, y desde entonces ya no pudieron parar, el loco por arrechura desenfrenada y Juana porque como buena mormona tenía que sacrificarse sirviendo a sus semejantes y amando al prójimo, en este caso al loco pajero y pingón que se le metía al cuarto de noche y le pedía una paja más. Lo que comenzó como una paja pasó luego a una mamada (y entonces fue cuando el loco comprendió que a pesar de todo podía ser feliz: nada era objetivamente más placentero que meterle la pichula en la boca a una mujer desdentada) y terminó con Juana montándose a horcajadas sobre el loco arrecho y cabalgando sobre él, mientras escuchaba unas palabras que parecían dichas en latín, pero era el loco masticando y entreverando “que rica estás, chola pendeja”, de tal manera que sólo se escuchaba algo así como “que-ri-tás-cho-la-ja”, palabrejas que calentaban a Juana, la mormona mamona.
Una noche, los gritos de éxtasis del loco fueron tan desaforados que don Ismael se levantó de la cama, sacó la pistola y la linterna y terminó entrando al cuarto del servicio e iluminando a su hijo que culeaba con Juana, la mormona. Enterada de que su hijo, el loco tartamudo, andaba copulando con las cholas del servicio, doña Catalina tuvo un ataque de pánico (que entonces no se conocía como ataque de pánico sino como patatús) y ordenó que Juana fuese despedida y que el loco arrecho de su hijo fuese enviado de inmediato a la hacienda que tenían en Huaral, a cuatro horas en auto al norte de Lima, y se quedase a vivir allí. Su esposo Ismael estuvo de acuerdo y dio instrucciones para que las mujeres que trabajaban en su hacienda no se acercasen al loco, porque sabía que terminaría metiéndoles la pichula a todas las campesinas del valle y a las gallinas y ovejas en caso de extrema necesidad. Fue así cómo el loco, con apenas doce años, dejó de vivir en Lima y fue expulsado a la hacienda de sus padres en Huaral, donde lo trataban como si fuera un peón mas, obligado a levantarse al alba y a cumplir con las faenas del campo, que él sabía cumplir sin quejarse, aunque sobándose la pinga a cada rato.
(Extracto de “El cojo y el loco”, la nueva novela de Jaime Bayly, publicada hoy por la editorial Alfaguara)

domingo, 15 de abril de 2012

Millonarios preparan edificio que soportará fin del mundo

El fin del mundo en el 2012 o un ataque nuclear pueden ser prevenidos gracias a un grupo de millonarios que decidió crear una construcción bajo tierra para protección de sus vidas. 
Este refugio cuenta con una serie de departamentos que soportarán ataques nucleares, el colapso económico, ataques terroristas y hasta llamaradas solares.

Hasta el momento, son cuatro los compradores que han pagado un total de siete millones de dólares para ser parte de este proyecto y contar con un lugar de lujo para sobrevivir al apocalipsis.

Este refugio se encuentra bajo las praderas de Kansas donde se ubicaba un silo abandonado de misiles nucleares.

El edificio presentará una serie de comodidades que incluyen una piscina, una sala de cine, una biblioteca, centros médicos, una escuela. En las habitaciones habrá servicios higiénicos, baño con lavado doble, una sala de estar con chimenea. Toda la infraestructura funcionará gracias a una fuentes de energía obtenidas con molinos de viento y otros sistemas autónomos

viernes, 16 de marzo de 2012

Estudio revelaría que la Tierra surgió a partir de colisiones de meteoritos

Nuevo estudio desarrollado por científicos franceses indica que nuestro planeta surgió a partir de un gran número de choques de meteoritos, de varias clases y tamaños.
 Según la teoría clásica de la formación de la Tierra, hace 4.500 millones de años, el material sobrante del nacimiento del Sol formó alrededor de la estrella un disco de polvo cuyos granos, se fueron agrupando y formando primero pequeñas piedras, después rocas más grandes y por último un embrión planetario, hasta dar forma a la Tierra.

Sin embargo, una nueva comparación entre los  átomos de silicio terrestre y el procedente de meteoritos parece indicar que la Tierra está "amasada" a partir de una mezcla muy heterogénea de meteoritos de varias clases.
Caroline Fitoussi y Bernard Bourdon, geoquímicos de la Ecole Normale Supérieure de Lyon (Francia), han analizado isótopos de silicio procedentes de distintas rocas del manto terrestre y los han comparado con los mismos isótopos procedentes de rocas lunares y de meteoritos.

Los científicos se dieron cuenta de que para producir la mezcla exacta de isótopos de oxígeno, níquel y cromo hallada en las muestras terrestres era necesario unir por lo menos tres clases diferentes de meteoritos, y no solo una como se creía hasta el momento.
 
Esta nueva investigación da consistencia a la teoría de que la Luna se formó como consecuencia del impacto de un asteroide gigantesco (probablemente de tamaño similar a Marte) contra nuestro planeta, según indica el portal ABC